Me encanta la tarta de queso, el problema es que hay infinitas recetas y aún sigo buscando la tarta de queso perfecta, aunque ésta en concreto ha gustado mucho en casa.
La hice con requesón y queso crema, pero la próxima vez, la haré únicamente con requesón y en un molde pequeño para que la capa de queso sea mayor.
Ingredientes
125 g de mantequilla
250 g de galletas digestive
2 huevos
1 yema
Ralladura de una naranja
Un chorrito de esencia de vainilla
300 g de requeson
300 g de queso de untar
200 g de azúcar
300 g de fresas
200 g de azúcar
50 g de agua
En primer lugar hacemos la base, trituramos las galletas María o digestive y las mezclamos con la mantequilla blanda. Colocamos esta mezcla en la base de un molde desmontable y horneamos durante 15 minutos a 180 grados.
Preparamos las fresas, las lavamos, troceamos ligeramente y las ponemos a cocer con el chorrito de agua o licor de frutas y el azúcar. Lo dejamos cocer durante quince minutos porque no queremos que se deshagan demasiado.
Para la crema de queso, batimos los huevos y la yema, añadimos el azúcar, la ralladura de naranja la vainilla y el queso. Mezclamos bien y vertemos la mezcla en el molde.
La tapamos con papel de aluminio y horneamos durante una hora a 180 grados, destapandola los últimos 10 minutos para que no se queme, comprobando que está cuajada pinchandola.
La dejamos enfriar y la cubrimos con las fresas, reservándola en la nevera hasta el momento de servir








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